Estando ahí, ejerciendo una violencia infértil desde el taco hacia las bolas, he sacado muchas conclusiones acerca de la humanidad. Y las dejaba salir de entre los dientes mientras bailaba como Axl Rose. Sigo pensando que todo es al pedo, Ingrid. La humanidad está mal diseñada. Las sociedades tienen un problema de concepto. Un boludo se prendió un pucho en la mesa de al lado cuando se sabe que ahí no se puede fumar. ¿Se cree que yo no quiero hacer todo eso que no se puede? ¿Cree que es el único que quiere incendiar la punta de ese maldito escarbadiente de tabaco? ¿Cree que yo no quiero ir y tocarle el timbre y darle un beso de amor? Unos segundos antes de embocarla en la buchaca grité: "¡¿No te das cuenta que no puedo respirar así?!". Y tuve que ahogar el llanto.
Me dije que sí: todo lo que concluí acerca del ser humano es cierto. Y me acordé de Gombrowicz, de Consumo, del Noa, de Vélez, de todo eso que es hermoso e infértil.
Me digo que no.
2 comentarios:
Ya lo dije.
Grabémonos.
Publiquemos verdades.
Que se sepa de una buena vez.
Y ya basta de fantochadas.
Linda noche, linda muerte.
Me estás inspirando tanto, Yes... mal...
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