Yo pensaba que eso
les pasaba
sólo a los demás.
Ahora me pasa a mí
y ya no soporto el olor.
Usamos el vocabulario entero
para sacar todo eso
que late adentro
y empuja la sangre
inéditamente.
Sólo para hacerse mierda
como ola contra el peñasco
como avión contra las gemelas
como yo contra él.
Lo amé con dientes
y uñas (que se cortan y no duelen)
y no alcanzó
para que él
no se hiciera peñasco
no se hiciera Osama
no se hiciera él mismo.
Me hice mierda
como se hacen mierda
las mejores cosas:
para alquilar balcones.
Me hice mierda
y nadie estuvo ahí
para filmarlo.
No volveré a hablar
en esos términos
porque sé el secreto:
vi cómo se armaba la trama,
vi mi ataúd
y el ataúd del lazo,
vi que estaba abierto.
No quiero hablar nunca más
porque las palabras matan
las vi matar;
las usé de arma
cuando me suicidé en su cama.
Amar a alguien es un daga
bajo llave, en el cerebro
que es un iceberg,
que es un arma,
que es una mierda
y que me hace mierda
como me hice mierda
y supe que el mundo
no fue hecho
para permanecer.
2 comentarios:
Me gustó mucho esta poe...
Y sí, no todo se hace mierda, sino que lo es en su propia esencia...
Bess!
Me duele, lo siento, comparto.
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