Si hay alguien con quien ir a ver conciertos es Eliana, my bff. Pero ella no podía. Y si ella no podía, yo no quería poder. Pero me dijo:
- Tenés que ir igual. Si yo no voy, andá vos.
No la podía decepcionar.
Me compré la entrada para ver a Incubus a cambio de $308. ¿Era capaz de pagar eso para ver a Brandon Boyd en persona? Sí. Y si me quedaba alguna duda, sabía que el concierto me daría una respuesta definitiva.
Con Sofi, una tiernísima seño del cole, llegamos como a las 18:15 a Bouchard. Su amiga, Sole, ya estaba apostada allí así que, parándonos a su lado, evitamos ser la cola de la cola. Tras cagarnos de frío una hora y algo, la fila se movió y pudimos entrar. Tan pronto, que saqué una foto al escenario para dar fe de mi cercanía a él.
A las 20.15 salió a escena Xpiral, banda soporte rosarina. No sonaban mal pero les faltaba glamour. Ya está conversado con Eliana que, si la banda no tiene un integrante hot, no surge. No avanza. No llega. Y el caso es que los cuatro eran medio fuleros y el volumen de la guitarra estaba demasiado alto. Me dejaron sorda durante los veinte minutos que tocaron. No subo fotos de esto.
Los deseos se cumplieron a las 21:30, cuando se apagaron las luces. Me dio un rush de adrenalina, porque no podía creer la distancia entre mis ojos y el micrófono de ese tipo tan pero tan dable. Y a poco de apagarse las luces, aparece, como si saliera de la cocina de tu casa, DJ Kilmore.
Acto seguido, surgen de atrás de la cortina los otros Incubus: Ben Kinney, José Pasillas, Mike Einziger y... él. El momento que venía esperando desde que me los perdí en el 2007. ¡Brandon Boyd a tres metros de mis ojos pasmados!
Eliana y yo sentimos una fascinación extrema hacia Boyd en cuanto a sex appeal. Nos cuesta pensar en algún otro famoso que nos encante más. Todo lo que opinamos sobre él aparece en nuestro blog, Papurris. Eso explicará la conmoción cerebral de tenerlo cerca.
De sólo mirar adelante, tenía a Ben Kinney delante mío. Tan delante, que le pude sacar esta horrible foto movida.
Uno de los mejores discos que escuché en mi vida es Morning View, de 2001. Y es el único disco de Incubus que me sé. Y tampoco lo es porque no me acuerdo las letras. No soy fan de Incubus: soy fan de Brandon Boyd. Pero tengo al disco lo suficientemente escuchado como para saber que el show empezó con Circles. Un arranque potente y un Brandon... partido en mil pedazos.
Pero después siguieron los temas que no me junaba: Anna Molly y Nowhere Fast. No los cantaba por dos razones: 1) no me sé las letras y 2) se me cayó la mandíbula cuando vi lo bueno que está el chabón.
Pero por suerte, después llegó Nice To Know You, que era uno de los que esperaba escuchar. Y ahí no saqué fotos: filmé. Lamentablemente, el sonido es muy malo pero la imagen es genial. Innegable la importancia de la imagen cuando el cantante está tremendo. Miren si no la foto que le saqué a este pedazo de yeguo.
El show dejó canciones absolutamente disfrutables: Pardon Me, Oil And Water, Priceless, A Crow Left Of The Murder. Y llegó Drive, que es una canción cuya letra ha cobrado mucho sentido para mí últimamente. Con Love Hurts me enamoré hasta el nudo en la garganta. Con Megalomaniac salté lo poquito que podía, apretada por la multitud.
Después vinieron más temas de los que no me sé la letra: Quicksand y A Kiss To Send Us Off. Igual, todo 100 % disfrutable. Y encima, cada vez que Brandon se venía para la izquierda del escenario, aprovechaba para hacer estas tomas:
Wish You Were Here era el tema elegido para llamar a Eliana, por lo que le gusta y por lo que el título mismo indica. Le dije que no le iba a hablar cuando la llamara, pero no pude evitar decirle "Estoy en la valla, no sabés lo bueno que está este flaco."
Después apareció Look Alive y lo que para mí resultó una sorpresa: Aqueous Transmission. Hermosa canción que suena en vivo tan bella como en el disco.
A continuación, Brandon dijo "Thank you" para que llegaran los bises. ¿Y cómo vuelven? ¡Con Just A Phase! ¡Genial! ¡Uno de los temas más grossos del mundo! Luego, Brandon presentó tema nuevo, Surface To Air, y fue excelente que no cantara nadie porque pude escuchar a Brandon (las chicas gritaron mucho) y porque pude ocultar mi desconocimiento de las letras. A todo esto, mi mandíbula seguía abierta en no comprensión de tanto erotismo boydeano.
El cierre fue, gracias al Cielo, con un tema del discazo ya mencionado. Arrancó Have You Ever, y después de tanto disfrute y que el show me pareciera corto, los cinco se abrazaron y se fueron de mi vista.
¿Qué me pareció la banda en vivo? Contundente. Suenan muy bien y convencen. Leyendo críticas en la red de redes, descubrí que mi sensación es compartida: son tan profesionales que parece que se guardan algunos cartuchos. Pero, a la vez, no sé si podían regalar algo más. Fueron lo suficientemente copados como para sonreír ante el "olé, olé, olé/ olé olé olé olá", que sonaba estúpido porque había un problema de métrica con el nombre de la banda. Además, vergüenza ajena de escuchar que la gente los pronuncia IncUbUs, bien fuerte la u.
Tocaron los temas que la gente quería escuchar y estaban contentos. Los vi relajados, cómodos. Los vi sin divismo, con la ropa que se habían puesto a la mañana, con un escenario por demás despojado. Los vi músicos, una banda de amigos que hacen música porque les encanta, más allá de las minitas y los dólares. Y a Brandon, lo vi partido en mil pedazos. Así se veía cuando se retiró del escenario hasta la próxima visita.
Espero que vuelvan pronto y que no tenga que desear que Eliana estuviera ahí, sino que esté. Elu, no te podés perder este peceto. Ni la música hermosa que demostraron saber hacer.
1 comentario:
Ahhhh!...
Emocionada hasta las lágrimas...
Espero, mucho, que vuelvan pronto. Y que sigan tocando temas de "Morning View" o por lo menos algunos...
No quiero perdérmelos, ni a él, ni a su música, que siempre tuve confianza, no dejaría a nadie decepcionado.
Te loveo, tu BFF*
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