lunes, 15 de diciembre de 2008

Cuentos Borgeanos en La Trastienda - 27 de noviembre de 2008

Resultó ser que una tarde de mucho calor, tres pibitas y yo teníamos entradas para ir a ver a Cuentos Borgeanos a La Trastienda. A pesar de la exageración de la temperatura, enfrentamos el infierno y salimos. Camino a la parada del 152, encontramos la publicidad del show y posamos, por ejemplo, así:

Llegamos casi puntuales a estos shows que están cada vez más empecinados en empezar de una hora a una hora y media tarde. Paveamos en la puerta un rato, y adentro me dio por fumarme un pucho. No me animaba a causa de las advertencias y carteles, pero ni bien vi a un desobediente me copié, así:
Elegimos el lugar más al fondo, para alejarnos de los golpes infundados de la gente que va a ver shows para sacarse. Y realmente queríamos coronarnos como un cuarteto distinto, para lo cual elegimos llevar antenas de varios motivos sobre nuestras cabezas.
El show tuvo un arranque bien rockerito, que me puso los ánimos al máximo. Y no decepcionó. Tanto saltábamos, que al final del primer tema ya estábamos algo deshidratadas. Los pibes, además de talentosos, son muy lindos. El show se veía más o menos así:

Mi amiga me miraba con ojos suplicantes de agua. Aunque agua era lo que nos chorreaba por el cuerpo entero, pero agua salada, de nuestras propias vísceras.Nos acercamos al mostrador a pedir una botellita cuando escuchamos una invitación al escenario: "Con nosotros, Cristian Aldana". "Uh, bolú", el comentario mientras esperábamos el vuelto. Las dos habíamos pasado muy buenos momentos escuchando "Alegría". Y mientras a ella el cajero le daba las monedas, sonaron los primeros acordes. ¡Era "Alegría"! Lo vimos así:

Pero después sí que se fue todo al joraca: Abril dijo que había invitado a Fer Ruiz Díaz y que no había podido venir porque tenía otras cosas... "Mentira", dijo mi hermana. Sí, era mentira. Apareció el tipo con ese aura magnífica que tiene y se acabó lo que se daba: estábamos al fondo y terminamos adelante porque todos se aplastaron para contagiarse de esa inagotable energía catupequense. Cuentos Borgeanos cantando "Felicidades" con Fer se veía así:


Pero la verdadera ida al carajo fue el final: vino todo el mundo. Apareció Macabre, apareció Pablo Romero, volvió Aldana, volvió Fer... Un despiole musical imperdible. Qué felicidad... En un momento pensé que íbamos a cantar "Dale!". Mi hermana comentó que podrían haber hecho un híbrido llamado "Felicidale!". Como sea, fue un espectáculo. Lo vimos así:

Salimos hechas sopa, con aromas varios, ninguno agradable. Pero felices de la vida. Fue una noche muy feliz. La cagada: el regreso a casa. No importa, yo sé que algún día Sabri y Elu van a vivir más cerca y vamos a salir de joda sin dramas de bondis y sin GBA.
Y vamos a cuentear el triple.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nenaaa, me escrachasteee!!!, jajaja...

Hermosa reseña (histórica?) de un muy lindo show... Cuándo se viene uno de la hermosura del Electro-acústico??

Te quiero, MU-CHOOO!!

Mañana catupequeamos, como locas!

Besitt!

lahijadelsilencio dijo...

jajajajaj me encaaantó la historia y las fotos.. dsp mandame al mail las demas que nos sacamos dale ???
Nos vemos pronto nooo??
besos y rock y aguante las muerte muerte loooooooooccooooooooo

perez dijo...

Gracias por llevarme.