viernes, 3 de septiembre de 2010
Culpita
Casi todo me da culpa. Disculpe si molesto con mi culposa costumbre de pedir disculpas. Lo piso, lo miro, lo llamo, lo amo, disculpe si lo amo, es que se me chispoteó. Cenicero lleno de colillas: culpa. Casa llena de pelusa: culpa. Mesa llena de migas: ¡culpa! ¡Planificación sin hacer! ¡Culpa, culpa, culpa! Pero no hacés nada, no hago nada, ¡nada! Acá me quedo, pensando que tengo que llamar para conseguir turno y nada, que tengo que tener un billete a mano y nada, que tengo que cambiarme la toallita y nada. Se me mezclan las diagonales, las horizontales, las verticales en el coco y pienso, boludo, todo me da culpa, disculpe que respire cerca de usted, es que usted tiene el aire con el que vivo, y me da culpa el aire tuyo que te saco y no sabés la culpa que me da no hacer nada para sacarte el que te quiero sacar, porque es más de nada, y entonces todo me da culpa y no hago nada, soy la nada, soy un todo de nada, si por algo eligieron Nadia para mí, soy un todo de Nadia que siente culpa de estar acá. Andate, entonces, andate, hacé algo. ¿Quién es culpable de que me haya tocado ser el espermatozoide con suerte? Encuéntrenlo y cáguenlo a trompadas. Yo no tengo la culpa de haber perdido las ganas. ¿Que no? ¿Pues entonces quién la tiene? ¿El Gran Bonete?
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1 comentario:
Ya te lo dije ayer...
No te culpes, si eso no te lleva a nada...
Sino...
RELAX!!!
Quiérote.
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