Ayer tuve una reunión obligatoria acerca de cómo evacuar el colegio en caso de emergencia. El Sr. Carlos, que se reía demasiado al hablar, explicó que los matafuegos se descargan en su totalidad en 15 segundos, siempre y cuando sean usados de una sola vez. Y también nos contó que el polvo que todo lo apaga (bah, todo no: los fuegos de tipo a, b y c) logra aniquilar las llamas en dos segundos. Dos. Segundos. Uno. Dos.
Ya pasó.
Ya pasaron.
Y yo me pregunto: ¿con qué matafuegos es que todo lo que era hermoso se apagó?
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